Los juegos siempre han sido una fuente de inspiración para nosotros en Duolingo. Jugamos con ellos, hablamos sobre ellos y nos desafiamos a nosotros mismos para intentar hacer que Duolingo se sienta como un juego. Aprender un idioma lleva tiempo y dedicación, y a veces puede sentirse algo abrumador (¡hay tanto para aprender!). Por eso, nos apoyamos en la gamificación para ayudar a nuestros usuarios a desarrollar hábitos de aprendizaje a largo plazo y para que se diviertan aprendiendo. Después de todo, ¡no importa qué tan ingeniosas son nuestras lecciones si nadie las usa! En Duolingo, intentamos balancear nuestros desafiantes y extensos cursos de idiomas y la diversión e interacción de quienes están aprendiendo. ¡Nuestros usuarios se merecen las dos cosas!
Un diseño en pro de un mejor aprendizaje
Uno de nuestros mayores éxitos al momento de enfrentar nuestro constante desafío de combinar aprendizaje e interacción fue al introducir los niveles de las unidades. La mecánica de niveles de los videojuegos nos permitió incrementar de forma significativa el valor de aprendizaje de nuestros cursos al mismo tiempo que se incrementó la interacción.
También nos enfrentamos a un desafío similar: ¿cómo podemos motivar a nuestros usuarios a repasar el contenido mientras continúan con las nuevas lecciones? Sabemos que el repaso espaciado es importante para aprender y recordar la información. Los usuarios deben ver contenido como el vocabulario de forma espaciada en el tiempo en lugar de comprimir varias lecciones al mismo tiempo. ¿Cómo podemos comunicar la importancia del repaso a nuestros usuarios?
Se nos ocurrió la idea de “dañar” de forma visible el progreso del usuario a través de grietas en aquellas unidades doradas que ya haya completado. Los usuarios nos han comentado lo mucho que disfrutan ver una pantalla llena de unidades doradas, brillantes y perfectas. Nos preguntamos si al cambiar el diseño de las unidades esto motivaría al usuario a regresar y practicar las lecciones previas para devolverle a la unidad su brillo dorado. ¡Tomamos la mecánica de aprendizaje de repetición espaciada y la hacemos gamificada! Lo más genial de esta grieta en la unidad es que encontramos una forma de mostrar de forma aproximada cómo funciona el repaso espaciado: las cosas que aprendiste se pierden con el tiempo. Si no las repasas, corres el riesgo de olvidar la información y, especialmente, aquellos que están aprendiendo idiomas necesitan siempre tener a mano toda la gramática y vocabulario que aprendieron.
¡Pongamos a prueba el diseño!
Con nuestra hipótesis definida, comenzamos un experimento y esperamos la respuesta de nuestros usuarios.
Hay muchas maneras en las que se puede medir el grado de interacción del usuario. Para este experimento, prestamos atención al número de usuarios activos del día (cuántos usaron la aplicación), el total de sesiones iniciadas (cuántas lecciones completaron los usuarios) y la retención de un día (cuántos usuarios volvieron a hacer lecciones el día siguiente). Sabíamos que nuestro experimento ayudaría a los resultados de aprendizaje, por lo que solo debíamos saber si las unidades con grietas no desalentarían el grado de interacción de los usuarios.
Para nuestra alegría, nuestras métricas de interacción fueron estadísticamente significativas y positivas. ¡El grado de interacción de nuestros usuarios mejoró! Esta fue una gran victoria porque puede ser muy difícil mejorar el aprendizaje y la interacción al mismo tiempo. ¡Nuestro rediseño de las unidades con grietas no solamente no desalentó a los usuarios, sino que los ayudó! Sin embargo, había un truco. Cuando revisamos si los usuarios estaban efectivamente volviendo a esas unidades con grietas y completando las sesiones de práctica para devolverles el brillo dorado, descubrimos que no lo estaban haciendo. Nuestro experimento obtuvo buenos resultados en cuanto a la interacción, pero no fue porque los usuarios estuvieran haciendo las lecciones de revisión como esperábamos. Tomamos la difícil decisión de no implementar las unidades con grietas a todos nuestros usuarios. Aun así, teníamos más ideas por poner a prueba para saber si podíamos motivar a nuestros usuarios a practicar el contenido más importante para ellos.
¡Un diseño nuevo y mejorado al rescate!
Originalmente, nuestro experimento ponía a prueba una combinación de las nuevas unidades con grietas y una agradable animación en donde se reparaba. Ahora que sabíamos que eso no era suficiente para motivar a nuestros usuarios a practicar las unidades con grietas, reconsideramos qué más podíamos hacer para fomentar el repaso espaciado. Además de las grietas y la animación, cambiamos la barra de progreso circular que rodea a cada unidad. Hicimos que la barra de progreso vuelva a 80 % para demostrarle a los usuarios que, ahora que la unidad está con grietas, ya no está completa. ¡Significa que es hora de practicar esa unidad!
En el siguiente experimento mantuvimos todo igual, a excepción de la barra de progreso que volvió a 80 %... ¡y tuvimos éxito! El grado de interacción fue otra vez positivo y aumentó satisfactoriamente la cantidad de usuarios que repararon las unidades al repasar el contenido que no habían practicado en mucho tiempo. De esta forma, integramos de forma satisfactoria la invaluable mecánica del repaso espaciado al producto al mismo tiempo que aumentó la interacción de los usuarios.
Quienes están aprendiendo quieren hacer lo que sea mejor para su aprendizaje. Estos diseños visuales y los mecanismos de gamificación ayudan a transmitirles qué aprender y cuándo. ¡En Duolingo, creemos que el aprendizaje puede ser efectivo y atractivo! Al comprometernos con una excelente educación y con el uso de la evaluación e iteración para dirigir nuestros desarrollos, estamos haciendo que todas las personas puedan aprender un idioma... ¡y disfrutarlo mientras lo hacen!