Los números pueden resultar intimidantes, ya sea que estemos calculando una propina o el costo total de nuestros víveres. Si te da ansiedad hacer cuentas, es probable que intentes evitarlas todo lo que puedas… ¡pero no puedes restar las matemáticas de tu vida para siempre! Veamos las causas de la ansiedad matemática y cómo evitar desesperarse con el tema.

Ansiedad matemática: más que un sentimiento

La ansiedad matemática puede experimentarse desde los 6 años y puede surgir en cualquier momento de la vida. De hecho, en una encuesta reciente, el 93 % de los adultos en Estados Unidos declaró tener al menos un poco de ansiedad matemática. La ansiedad es más que nervios: ¡los estudios demuestran que puede complicar tu capacidad para hacer cálculos mentales!

Cuando alguien tiene una alta ansiedad matemática, su cerebro debe trabajar más duro y usar más recursos. Esto es porque hacer cálculos matemáticos involucra a la memoria de trabajo: el sistema que permite que nuestros cerebros piensen varias cosas al mismo tiempo. Cuando sentimos ansiedad por las matemáticas, los recursos de nuestra memoria son usados por las emociones negativas en torno a las matemáticas, ¡lo que deja una menor cantidad de memoria de trabajo disponible para resolver el problema matemático! Los estudios también demuestran que las personas con una mayor memoria de trabajo obtienen mejores resultados en pruebas de matemáticas que las personas con menor memoria de trabajo.

Junior está asustado y usa la capucha de su sudadera para esconderse

¿Qué causa la ansiedad matemática?

La ansiedad matemática puede originarse en varios lugares: nuestra biología, nuestras ideas sobre la identidad y nuestras ideas sobre el esfuerzo.

Cuando hablamos de biología, ¡no todos los cerebros son iguales! Los recursos de la memoria de trabajo varían de persona a persona, así que algunas personas tienen más recursos que otras. Además, algunos cerebros reaccionan más que otros a lo que perciben como amenazas: ¡quizás es más probable que tú cruces la calle al ver una serpiente con tu amigo! Por eso, puede haber grandes diferencias entre las personas cuando ven números y sienten estrés. Está bien sentir un poco de nervios al encontrarte con serpientes en la calle, pero sentir demasiada ansiedad por los números puede complicar tu desempeño en la escuela o el trabajo (¡o cuando calculas una propina!).

Además de nuestros cerebros, la forma en la que nos vemos a nosotros mismos (nuestra identidad) importa. Los estereotipos acerca del buen desempeño en matemáticas de personas con ciertas identidades puede tener un impacto real en los niveles de ansiedad. ¡Por ejemplo, si las mujeres están en una situación en la que se les hace pensar sobre su identidad como mujeres, pueden sentir una mayor ansiedad porque su desempeño en matemáticas refleje negativamente no solo su destreza, sino la de todas las mujeres! Sentirse de esa manera aumenta la ansiedad, incluso en aquellas mujeres que saben mucho sobre matemáticas.

La ansiedad matemática también puede tener sus orígenes en nuestras ideas sobre el esfuerzo: que no hay mucho que podamos hacer para ir más allá de nuestras habilidades naturales. Por ejemplo, es posible que hayas escuchado a alguien decir que “no se le dan” las matemáticas. Esta mentalidad fija (que las personas nacen con habilidades que no pueden ser cambiadas) se asocia con niveles de ansiedad matemática más altos y a la evitación de las matemáticas. Sin embargo, las personas de hecho tienen una gran flexibilidad, ¡incluso cuando se trata de sus habilidades naturales! Por ejemplo, la forma en la que hablamos sobre matemáticas puede cambiar esa actitud de la mentalidad fija, en especial en los casos de maestros, madres y padres. Los estudiantes tienden a tener una menor ansiedad matemática y a esforzarse más cuando los maestros los felicitan por su desempeño y les hablan acerca de qué mejorar en lugar de felicitarlos por sus habilidades innatas (con frases como “¡Eres muy inteligente!”). ¡De hecho, esta mentalidad de crecimiento (pensar que puedes mejorar al enfocar tus esfuerzos) está asociada a un mayor éxito en matemáticas!

¿Cómo se reduce la ansiedad matemática?

No te asustes: ¡Duolingo está para ayudarte! Estas son algunas estrategias avaladas por la ciencia que pueden ayudarte a disminuir tu ansiedad matemática: 

Solo respira. Cuanto más estrés sientes, menos respiras, y cuanto menos respiras, más aumenta tu estrés, como si fuera un espiral. Los científicos han descubierto que las técnicas de respiración profunda, combinadas con meditación, pueden ayudar a las personas con ansiedad matemática a tener éxito en sus exámenes.

Escribe sobre ella. Se ha comprobado que escribir un diario sobre lo que te preocupa de las matemáticas antes de empezar a hacer cálculos ayuda a disminuir la ansiedad, ¡lo que te permite dar lo mejor de ti! Así que respira, toma un lápiz y deja que tus preocupaciones se esfumen con un poco de escritura reflexiva.

Practica y vuelve a practicar. Gran parte de los altibajos emocionales que sienten las personas al pensar en las matemáticas se deben a que no tienen suficientes experiencias positivas con las matemáticas, por lo que se enfocan en las negativas y terminan usando las matemáticas con poca frecuencia. Los estudios demuestran que puedes reducir la ansiedad matemática al practicar matemáticas básicas en situaciones de bajo riesgo. ¡Usar Duolingo Math sería una buena forma de sumar divertidas prácticas de matemáticas a tu día a día!

¡Divide y dominarás tu ansiedad matemática!

La ansiedad matemática corre desenfrenada en nuestra sociedad, haciendo que transpiremos cada vez que vemos números y evitando que pensemos en las matemáticas… ¡pero esto no tiene por qué ser así! Al entender los motivos de la ansiedad matemática y con las soluciones avaladas por la ciencia para disminuirla, ¡puedes aprender a afrontar los números, a duplicar las recetas y a convertir monedas con confianza!