Nuestros cerebros están desarrollados para aprender, ¿pero cómo lo hacen? Aprender es algo que los humanos hacemos naturalmente, a menudo sin darnos cuenta, y nuestros cerebros están equipados con una variedad de herramientas para detectar patrones que nos ayudan a aprender desde el momento en que nacemos. Una de estas poderosas herramientas de aprendizaje de idiomas se llama aprendizaje estadístico y trabaja tras bambalinas para convertir a nuestros cerebros en las mejores computadoras a nuestra disposición. ¡Veamos cómo el aprendizaje estadístico nos hace expertos en aprender!
¿Qué es el aprendizaje estadístico?
A través del aprendizaje estadístico, tu cerebro observa y enumera lo que ocurre a tu alrededor, ya sea que escuches un idioma, una canción o que observes tus alrededores. Al calcular con cuánta frecuencia una cosa ocurre antes o después de otra, tu cerebro aprende la frecuencia con la que ocurren las diferentes combinaciones (y si algunas cosas siempre ocurren juntas, podrían formar una unidad importante que recordar).
Rastrear patrones, al igual que el aprendizaje estadístico, es algo tan ligado al funcionamiento de nuestros cerebros que ni siquiera nos damos cuenta cuando lo hacemos. Como nuestros cerebros no anuncian lo que han aprendido o en qué hipótesis están trabajando a partir de todas esas estadísticas, a menudo sentimos que se trata de una corazonada, una suposición o un instinto que algo encaje o se “sienta” como el patrón correcto.
Siempre que tu cerebro piensa que podría haber un patrón en la información, se pone a trabajar para analizarla. ¡No olvides que tu cerebro siempre está trabajando! 👀 Los bebés de unos pocos días de edad muestran indicios de rastrear patrones de tonos musicales de una larga cadena de sonidos. Esto es porque la música tiene una especie de “gramática” musical particular y nuestros cerebros están desarrollados para este análisis estadístico de los patrones.
Por eso, ¡no debería ser una sorpresa que tu cerebro analice patrones en los idiomas también!
Aprendizaje estadístico en tu propio idioma
Los idiomas son un tipo de información al que tu cerebro le presta mucha atención, y hay todo tipo de subelementos en los idiomas que rastrear y analizar.
En el idioma que mejor conoces, tu cerebro ha rastreado coocurrencias; es decir, qué cosas ocurren juntas (¡Las IA, en particular los Modelos extensos de lenguaje, también buscan estos patrones!). Enumera la frecuencia con la que una cosa sigue a otra y utiliza la probabilidad de transición para entender qué es probable que aparezca en palabras y frases.
Por ejemplo, si aprendiste inglés de bebé, probablemente hayas escuchado muchas veces la palabra baby: “Hi baby!”, “What a pretty baby!”, “Oh, does the baby need a nap?”, “You gotta see the baby!”. Por eso, tu cerebro empezó a aprender que si escuchas ba- hay altas probabilidades de que lo siguiente sea -by, así que empezó a suponer que ba + by podría ser una unidad importante que recordar. Pero ba- también puede ir seguido por otras cosas (como “bagel”), así que tu cerebro realizó un análisis estadístico de idioma para aprender con qué frecuencia escuchabas diferentes combinaciones y qué ocurría alrededor.
Estos son otros 2 cálculos que podría haber realizado tu cerebro en español:
- Qué tipos de palabras aparecen después de “el” y “la”. En español, los sustantivos (“el zapato”) y los adjetivos (“la gran casa”) pueden aparecer después de los artículos “el” y “la”, pero tu cerebro no ha registrado ningún caso de pronombres posesivos después de un artículo: no podemos decir “el mío zapato” (¡al menos no en el español que se usa hoy en día!), aunque en otros idiomas sí se use esta estructura.
- La pronunciación de ciertas letras cambia según su ubicación en la palabra. En español tenemos casos de letras cuyo sonido es ligeramente diferente según la letra que tenga a continuación. Un ejemplo es el de la letra “g”: si prestas atención a tu boca, podrás notar que la “g” en “gato” y en “gota” es un poco diferente. ¡Es porque se trata de sonidos distintos en el alfabeto fonético internacional! la “g” en “gato” es un sonido /g/, mientras que la “g” en “goma” es una /ɣ/.
¡Quizás no eres consciente de estas reglas, pero estos son patrones que tu cerebro ha seguido desde tu infancia y que usas todos los días!
Aprendizaje estadístico de nuevos idiomas
¡Tu cerebro también realiza el mismo tipo de rastreo y análisis en el idioma que estás aprendiendo!
- Las personas que aprenden portugués deben rastrear el género gramatical. Tu cerebro analiza qué sustantivos aparecen con palabras masculinas, como o (“el”), baixo (“bajo”) y vermelho (“rojo”) y qué sustantivos aparecen con palabras femeninas, como a (“la”), baixa (“baja”) y vermelha (“roja”).
- Las personas que aprenden alemán analizan dónde van los verbos. Hay muchos patrones para determinar dónde van los verbos en las oraciones en alemán, y cada vez que tu cerebro encuentra una nueva oración, registra cuántos verbos había en la oración, en qué orden aparecían y si estaban conjugados.
- Las personas que aprenden alemán registran cuándo se usan distintas formas de cortesía. El japonés tiene un complejo sistema de formalidad que depende específicamente del tipo de relación entre dos personas. Tu cerebro registrará qué forma fue usada, quién hablaba y a quién le hablaba.
En el caso de los adultos que están aprendiendo un idioma, el desafío de aprender está en que es más difícil para tu cerebro acceder a suficiente información y al tipo de información correcta para aprender los patrones. En tu primer idioma, has tenido años para acumular un gran corpus mental de todas las formas en las que se usan las palabras, pero en el caso de un nuevo idioma, la mayoría de los adultos solo reciben un poco de información a la vez. ¡Esto hace que a tu cerebro le resulte difícil rastrear todos los patrones que necesitas saber de tu nuevo idioma!
Por eso es importante desarrollar un hábito consistente de aprendizaje y encontrar formas de practicar el idioma todos los días, al completar tus lecciones de Duolingo y al recibir la invaluable información del idioma de la manera que más disfrutas: a través de canciones, series y películas e incluso videojuegos.
¡Tu cerebro es la IA definitiva!
Aunque no lo notes, tu cerebro ha estado enumerando, rastreando y analizando todo a tu alrededor, incluido tu idioma. Aprendió los patrones complicados que usas todos los días y también está trabajando duro para comprender tu nuevo idioma. Así que dale lo que quiere: ¡más información! 🤓