¿Cuántos idiomas hablas?

Según en qué parte del mundo naciste, es probable que respondas entre 1 y 5. Sin embargo, si te pidiéramos que incluyas también dialectos y otras variedades además de los idiomas “estándar”, es probable que ese número sea mucho más alto. Quizás ya hablas un dialecto del inglés en casa con tu familia pero se habla una versión diferente en tu comunidad. En ese caso, es posible que cambies a una versión más formal en el trabajo y que también te expongas a otras múltiples versiones al mirar televisión. Puede que no los consideres idiomas diferentes pero, ¿dirías que eres multilingüe?

Idiomas y dialectos


No existe una distinción ampliamente aceptada (¡incluso entre los expertos!) acerca de qué hace a algunas variedades “idiomas” y a otras “dialectos”. Los dialectos suelen ser considerados variantes de un idioma estándar, con una pronunciación, una utilización de palabras y una gramática diferentes, pero también suelen ser excluidos al hablar de “idiomas” y multilingüismo. A veces, la diferencia entre un dialecto y un idioma se basa en qué tan bien pueden entenderse las personas.

Por ejemplo, si dos personas hablan variedades diferentes de un idioma y pueden entenderse, incluso si dicen las cosas de una forma diferente, se asume que están hablando dos dialectos de un mismo idioma. Sin embargo, es posible que alguien de Birmingham, Alabama, tenga dificultades para entender el dialecto brummie de alguien de Birmingham, Inglaterra, a pesar de que ambos hablen “inglés”. Por otro lado, los hablantes de distintos idiomas escandinavos pueden entenderse hasta cierto punto, pero esas variedades son llamadas “idiomas” y no “dialectos”. Entonces, ¿cuándo un dialecto se convierte en un idioma por derecho propio?

Si piensas de nuevo en la pregunta que hice al principio, ¿cómo decides qué idiomas y qué dialectos añadir a tu total y cuáles dejas fuera?

  • ¿Pensaste qué tan similares y qué tan diferentes son?
  • ¿Fue porque aprendiste algunos de manera formal en la escuela?
  • ¿Se te ocurre por qué algunos de estos son llamados “idiomas” y por qué otros son llamados “dialectos”?


Veamos un poco más de cerca a la alternancia de dialectos, el bilingüismo y lo que la ciencia tiene para decirnos sobre cómo trabaja nuestro cerebro con múltiples idiomas.

¿Es lo mismo saber múltiples “dialectos” y saber múltiples idiomas?


Ya que algunas variedades tienen un mayor “estatus” que otras y tienen el lujo de ser reconocidas como idiomas, puede ocurrir que los hablantes de una comunidad alternen entre una variedad estándar de alto prestigio en situaciones formales (como la educación) y una variedad de bajo prestigio en situaciones más informales (como en sus hogares). A esto se lo conoce como diglosia y es algo que ocurre en muchas partes del mundo con muchos dialectos e idiomas.

Alternar entre diferentes variedades no suele recibir el mismo prestigio que alternar entre idiomas. ¡Sin embargo, tu cerebro realiza un trabajo cognitivo similar en ambos casos!


Los hablantes de dialectos también pueden basar la elección de su idioma según lo que están hablando con su interlocutor, pero incluso cuando este interlocutor entiende ambas variedades, los hablantes podrían enfrentarse a una mayor presión al momento de elegir aquella que es más relevante para la situación y entorno. Un ejemplo de esto sería un hablante de Londres que habla cockney y alterna a una variedad de mayor prestigio como la del inglés estuario durante una entrevista de trabajo. Habiendo dicho esto, ¿qué tan similares son estas habilidades y experiencias entre los hablantes de diferentes idiomas y dialectos?

Ilustración de un cerebro con chispas eléctricas a su alrededor


El bilingüismo y el cerebro


Nuestros cerebros están construidos para trabajar con múltiples idiomas (y dialectos) y esta área de interés científico ha crecido con rapidez en las últimas décadas. Los estudios del bilingüismo muestran que incluso en las situaciones en las que se espera que las personas utilicen un solo idioma, todas las variedades que esa persona sabe se activan en su cerebro y pueden influenciar a la que se habla.


Entonces, ¿cómo gestionan toda esta actividad multilingüe las personas bilingües? Una forma de lograrlo es a través de la inhibición, el equivalente cognitivo a bajar el volumen. Cuando una persona multilingüe quiere utilizar una variedad específica, sus idiomas irrelevantes son disminuídos o inhibidos, silenciados sin ser desactivados por completo. Al inhibir de forma subconsciente las otras variedades, la persona multilingüe hace menos probable que las utilice accidentalmente al hablar un idioma específico.


Muchas personas multilingües no solo ponen en práctica la inhibición, sino que utilizan intencionalmente múltiples idiomas a la vez. Las personas que mezclan sus idiomas incluso en una mismo oración necesitan mantener activas todas sus variedades para que sus idiomas estén con el volumen al máximo. Tienen experiencia para bajar el volumen, utilizar un idioma a la vez y además para manejar el volumen de ambos idiomas.

Los “dialectos” y el cerebro

Mis estudios se enfocan en los efectos de estas alternancias en los hablantes de variedades que no son reconocidas universalmente como idiomas independientes, como el escocés dundoniano, una variedad que se habla en mi tierra natal. El escocés es un idioma germánico muy cercano al inglés. Pese a ser reconocido como un idioma menor por instituciones como el Consejo de Europa, la UNESCO, Reino Unido y los gobiernos escoceses, el escocés suele ser visto como una variedad menos prestigiosa en comparación con el inglés. De hecho, incluso muchos de sus propios  hablantes no lo consideran un idioma diferente, sino un dialecto y una “forma de hablar”.


No obstante, la investigación reveló que estos hablantes se comportan como bilingües: tienen patrones de alternancia que se basan en qué tan familiarizados están con el escocés y el inglés y con qué frecuencia los usan. Esto indica que los cerebros de estos hablantes tratan sus dos variedades como dos idiomas diferentes (y que además son buenos para alternar entre ellos). Sin embargo, ya que estas variedades de “dialectos” pueden ser considerados de un estatus menor, quienes las hablan suelen considerarse hablantes de inglés únicamente. ¡Estudios en otras partes del mundo también han demostrado estos efectos bilingües para hablantes de variedades de idiomas estrechamente relacionados!

El personaje de Duolingo Vikram está reflexionando sobre algo, con su mano debajo de su barbilla

Entonces, ¿cuántos idiomas sabes realmente?


Como sugiere la frase popular “un idioma es un dialecto con ejército y marina”, la distinción entre “dialecto” e “idioma” es a menudo sociopolítica y no lingüística. Cuando los investigadores analizamos las diferencias cognitivas entre personas monolingües y personas bilingües, vemos que la línea entre “idioma” y “dialecto” es difusa: ambos se almacenan y procesan de una forma similar.


Así que la próxima vez que te encuentres alternando entre dialectos u otras variedades que no consideres “idiomas”, puedes confiar en que estás adentrándote en una forma de multilingüismo y que estás ejercitando tus mecanismos cognitivos de control de idiomas.