Ya tienes tu boleto, reservaste el hotel e incluso investigaste a qué restaurantes ir… ¡Ahora, es hora de aprender el idioma de tu próximo destino turístico! Aunque hayas esperado a último minuto, todavía puedes aprender mucho para comunicarte con los locales en su idioma. ¡Sigue estos tips y prepárate para el viaje!

Sé realista sobre el tiempo que tienes disponible

Aunque hayas estado aprendiendo desde hace años, hay muchas palabras, jerga local y dialectos regionales que no entenderás cuando llegues a tu destino… ¡y es perfectamente normal! Eso no no evitará que tengas una experiencia increíble.

Cuando empieces a aprender, establece metas realistas para tu aprendizaje a partir de lo que necesites para tu viaje, lo que quieres lograr en él y el tiempo disponible hasta la fecha del viaje. ¡Recuerda que no es necesario hablar con “fluidez” para entablar una conversación! Algunas de las metas que puedes elegir son:

  • Aprende a presentarte, a decir de dónde vienes y a dar algún detalle sobre tu viaje (por ejemplo “Estamos viajando de Roma a Florencia”).
  • Aprende hasta ser capaz de hacer preguntas básicas con comodidad, como por ejemplo dónde está tu hotel, si cierto platillo tiene algo que te pueda dar alergia o que no comas (carne, hongos, etc.) o dónde está el baño.
  • Practica hasta entender las palabras esenciales que encontrarás en menús y letreros. ¡En tu viaje, esto te será más útil que leer literatura en ese idioma!

Empieza a hablar desde ahora

Hablar suele ser una de las habilidades más complicadas para quienes están aprendiendo. Probar nuevos sonidos o unir palabras para formar oraciones puede sentirse un poco incómodo. ¡Sin embargo, al llegar a tu destino, poder expresarte será la habilidad más importante de todas!

Hay una gran cantidad de tips de pronunciación generales que pueden ayudarte a prepararte, pero el más importante es: ¡empieza a practicar en casa, desde ahora! No esperes hasta subirte al avión o llegar al hotel para hablar en este idioma. Antes de viajar, habla por tu cuenta, con tus amigos o tu gato (¡no hace falta que te entienda! 😅). Recuerda que es suficiente con lograr comunicar lo que quieres decir y que nadie espera que alguien que está aprendiendo tenga una pronunciación perfecta. Hablar con comodidad es algo que toma tiempo, ¡así que empieza a practicar hoy mismo!

Trabaja en tu vocabulario

Al viajar, para la mayoría de las situaciones es más importante conocer las palabras correctas que tener una buena gramática o saber las reglas de escritura. Por supuesto, la gramática y la ortografía son muy útiles para tener conversaciones y para entender lo que lees y escuchas, pero si no tienes mucho tiempo para prepararte, te será mucho más práctico enfocarte en el vocabulario.

Durante tus lecciones regulares, anota las palabras y frases útiles. Escríbelas, haz tarjetas, grábate diciéndolas y déjalas anotadas en papeles por toda tu casa. ¡Usa tu creatividad para practicar antes de tu viaje!

Piensa en todas las veces que, incluso en tu ciudad, podrías estar en un restaurante y simplemente preguntarle a un mesero “¿el baño?” en lugar de “Discúlpame, ¿te molestaría indicarme si los baños están al fondo?”. ¡Lo mismo sirve para los lugares que visites!

Ajusta tu aprendizaje a tu viaje

Cada persona tiene sus propias prioridades e itinerario al viajar. Tus lecciones de Duolingo te enseñaran una gran cantidad de contenido, vocabulario y gramática, así que puedes aprovechar tu tiempo de práctica fuera de la app para concentrarte en lo que necesitas. Sigue estos tips como guía:

  • Decide qué palabras realmente necesitas ser capaz de reconocer. Será muy importante que reconozcas ciertas palabras, en especial en el caso de los menús (¡aunque sea suficiente señalarle al camarero lo que quieres ordenar!). Por ejemplo, las personas vegetarianas seguramente querrán reconocer las diferentes palabras para referirse a la carne, las personas alérgicas a determinados alimentos querrán reconocer cómo se dicen en ese idioma para evitarlos ¡y, sin duda, los comensales más quisquillosos querrán aprender cómo le dicen a su plato favorito para poder pedirlo rápidamente! Recuerda que no es necesario que digas en voz alta o escribas todo en tu nuevo idioma: ¡a menudo alcanza con reconocer las palabras!
  • Enfócate en lo que necesitarás hacer en lugar de lo que te gustaría hacer. Suponiendo que solo tienes un par de meses (o semanas) para prepararte, ¡debes trabajar de manera inteligente, no más intensa! Lo más probable es que haya muchos elementos del idioma que no serán vitales para tu viaje. Por ejemplo, las tiendas y restaurantes que visites tendrán los precios escritos en números para que entiendas, así que no te preocupes por aprender los números más grandes. Quizás resulte más importante entender bien los números más pequeños (del 1 al 10, por ejemplo), en especial cuando quieras decirle al personal del restaurante o museo cuántas personas vienen en tu grupo.
  • Practica frases que sean suficientemente buenas. Presta atención a las frases y preguntas que puedes utilizar para comunicarte en múltiples situaciones, incluso si hay otras formas mejores o más elaboradas de expresarte. Durante mi viaje a Italia, algunas de mis frases “suficientemente buenas” en italiano fueron “É possibile?” (“¿Es posible?”), “Andiamo a ____” (“Vamos a ___”) y “Senza ___” (“Sin ___”). ¡Las usé todo el tiempo!

Enfócate en lo que sabes

En lugar de intentar hablar en tu nuevo idioma como lo haces en tu primer idioma, intenta usar solamente lo que sabes decir. Desde una perspectiva pedagógica, esto te ayudará a desarrollar conexiones entre las palabras y la gramática que ya aprendiste, pero además es algo muy práctico: no puedes aprender todo antes de tu viaje, así que piensa en formas inteligentes de describir las cosas o de cambiar la forma en la que dijiste algo en las que utilices las palabras que ya conoces.

Por ejemplo, cuando estuve en Italia después de aprender italiano por solo unos meses, no sabía realmente cómo hablar del pasado. Había visto algunas de las formas del tiempo pretérito (pero no tantas) y sabía que había muchas excepciones. Entonces, utilicé una forma del tiempo pretérito diferente, que equivale a “he visto” o “he comido”, porque me resultaba más fácil como principiante. No siempre usé esta forma correctamente, pero siempre logré comunicarme… ¡y en italiano!

Bon voyage!

Hacer que el aprendizaje de idiomas sea uno de tus preparativos para el viaje añade una nueva y fascinante dimensión a tus próximas vacaciones. ¡Nunca es tarde para empezar!