No es secreto que aprender un nuevo idioma implica un gran compromiso, ¿pero qué impulsa esa dedicación? ¿Son las ganas que tenemos de aprender ese idioma? ¿Es el apego que sentimos por nuestra racha de Duolingo? ¿Es por la necesidad apremiante que tenemos de comunicarnos con un colega o amigo por correspondencia? ¡Es una pregunta con trampa! En realidad, es un poco de todo. El aprendizaje de idiomas es impulsado principalmente por dos elementos básicos: la exposición y la necesidad. Ya sea que se trate de un bebé que aprende su primer idioma o un adulto trabajando en su segundo o tercer idioma, el cerebro humano está diseñado para notar, clasificar, almacenar y utilizar los bloques de construcción de los idiomas. ¡Todo lo que necesita es mucha (muchísima) exposición al idioma y una razón motivadora para querer entenderlo y usarlo!

¿Quieres saber cómo podemos aprovechar la exposición y la necesidad para aprender de una forma más inteligente? ¡Qué bueno que preguntaste!

Duo el búho saltando con alegría frente a un gran arcoiris

Exposición y necesidad: ¿cómo funcionan?

Primero, definamos rápido qué es exposición y necesidad, y cómo ambas trabajan para aprender idiomas:

  • Exposición: todas las formas en las que encuentras el idioma, desde conversaciones que oyes por casualidad, canciones que escuchas, noticias que lees o al practicar tu nuevo idioma
  • Necesidad: el motivo que tienes para usar el idioma, como querer hablar con un amigo o familiar en su propio idioma, la necesidad de pasar un examen o querer conservar tu puesto en la División Diamante

Algo interesante es que la exposición y la necesidad en el aprendizaje de idiomas son más potentes que nunca cuando ocurren al mismo tiempo. Piénsalo: escuchar o ver otro idioma (exposición) sin la necesidad de usarlo no mueve mucho la manecilla de tu aprendizaje de idiomas. Imagina un grupo de personas de un país que viven juntas en otro país, como estudiantes que estudian en el extranjero. Si se mantienen dentro de esa burbuja, probablemente no necesiten aprender mucho sobre el idioma de sus anfitriones a pesar de que ese idioma los rodea. Por otro lado, también es posible necesitar otro idioma, pero no tener suficiente exposición, como un esposo que no comparte un idioma con sus suegros. Durante sus visitas, podría tener una gran necesidad de ese idioma, pero su exposición sería demasiado limitada para tener un progreso de verdad. 

Cómo aprovecha Duolingo la exposición y la necesidad

Buenas noticias: ¡no es tan difícil explotar estos factores para que te ayuden a aprender! De hecho, Duolingo ofrece muchas formas de poner al “dúo” de exposición y necesidad a tu servicio. ¡Cada ejercicio, cada lección y cada cuento combina el idioma que estás escuchando y viendo, y toda esa exposición suma!

Cuando vuelves día tras día, cargas las partes de tu cerebro vinculadas al aprendizaje de idiomas con más y más ejemplos. Duolingo se asegura de que toda esa exposición sea desarrollada con cuidado para que sea escalonada y recombina las palabras y frases de maneras divertidas y memorables para impulsar un aprendizaje eficiente.

Al mismo tiempo, además de tus motivos principales para aprender otro idioma, Duolingo fomenta que vuelvas a aprender al crear una necesidad motivadora para que sigas practicando día a día a través de desafíos diarios, EXP, rachas, Ligas y todo el contenido divertido con el que te identificas. Todos ellos son diseñados para complementar tus motivaciones de la vida real, ¡porque un poco de motivación extra hace una gran diferencia para ayudarte a desarrollar hábitos de aprendizaje positivos! Incluso en tus días más ocupados, aquí estamos para invitarte amablemente a que practiques y continúes con esa exposición.

Duo el búho sosteniendo una gran campana dorada, como las de las notificaciones

Controla tu experiencia de aprendizaje

¿Estás pensando en cómo puedes incrementar ambas para aprender incluso más eficientemente? ¡Genial! Porque puedes influir en ambos factores en tu aventura de aprendizaje a largo plazo.

Puedes aumentar tu exposición si miras series de tv en el idioma que aprendes o si escuchas los Podcasts de Duolingo. No importa si el lenguaje es demasiado difícil para tu nivel: ¡la exposición funciona incluso si no lo entiendes todo! Cuanto más te rodees de ese idioma, lo entiendas o no, más familiar se volverá para ti, y tu mente podrá sumar nuevas piezas, poco a poco, a su almacén de palabras y frases.

A medida que encuentres nuevas fuentes de exposición al idioma que disfrutes, tu deseo por entender y expresarte aumentará de forma natural: comenzarás a necesitar ver el siguiente episodio o escuchar el próximo podcast o hablar con tus amigos en el próximo evento en línea. ¡Con el tiempo, notarás que el idioma se está volviendo mucho más fácil y cuánto más puedes hacer con él!

Por supuesto, el dúo exposición-necesidad tiene un enemigo: la ansiedad. Preocuparte por decir algo incorrecto o por no ser capaz de entender puede causar que te alejes de valiosas oportunidades de exposición y reduzcas tu necesidad de usar el idioma, lo que va en contra de tus metas de idiomas. ¡En lugar de eso, apóyate en el lado más juguetón del aprendizaje de idiomas y deja de preocuparte por tener el control total sobre el idioma! Divertirte aumentará tu motivación, lo que te llevará a tener más necesidad y más exposición, en un espiral ascendente que va directo hacia tus metas de idiomas. 

¡Haz la prueba!

Para aprender idiomas necesitas un flujo parejo de oportunidades para ver, escuchar y usar el idioma por los motivos que te importan. Afortunadamente, Duolingo está aquí para ayudarte, con una gran cantidad de contenido selecto y nuevas formas de mantener tu motivación. ¡No te eches atrás! Adéntrate en tus lecciones y descubre hasta dónde pueden llevarte la exposición y la necesidad.