Sentir poca seguridad a la hora de hablar o sobre tu acento no es algo que solo le pasa a quienes recién empiezan a aprender: ¡también puedes sentir inseguridad o ansiedad al hablar tu propio idioma!
¿Has escuchado (o te han dicho) estas frases sobre el inglés?
- “¡No termines las oraciones con una preposición!”
- ““Y’all” no es una palabra de verdad”
- “¡La doble negación no es lógica! (o: dos negaciones en realidad son una afirmación)”
- “¡“Pecan” se pronuncia con acento en la sílaba “pe”, no en “can”!”
¡Lo cierto es que estas “reglas” son completamente arbitrarias! De hecho, algunas formas de hablar son ampliamente aceptadas en ciertos lugares, pero se estigmatizan en otros (como pronunciar la “r” del inglés). En Reino Unido, los acentos más elegantes no pronuncian todos los sonidos “r” escritos, pero en Estados Unidos, los acentos que no pronuncian la “r” (como el acento de Boston o Nueva York) a menudo son ridiculizados (como sucede en este comercial de Hyundai con el acento de Boston).
Entonces, ¿por qué elogiamos algunas características y rechazamos otras? ¡Veamos!
Cuando hablamos de idiomas, ¿qué está “bien” o es “correcto”?
En general, la versión del idioma que se considera “correcta” es aquella utilizada por quienes están en el poder: a menudo, poblaciones blancas de clases media y alta. No es que los poderosos eligieron una forma específica, lógica y bonita de hablar, sino que su forma de hablar, sea cual fuere, se volvió el “estándar”. Luego, con el paso del tiempo, este estándar puede conservar su lugar por décadas o incluso siglos aunque la forma en la que la gente habla cambie constantemente.
Las “reglas” de idioma que conocemos suelen venir de este estándar prestigioso, pero de hecho hay dos tipos de reglas: aquellas que las personas usan para decirle a los demás cómo hablar y aquellas que describen cómo una comunidad usa un idioma (el segundo tipo de reglas es lo que llamamos “gramática”).
Las afirmaciones a continuación (que son las que mencionamos antes en la publicación) son ejemplos de reglas para decirle “a los demás” como hablar en inglés. Veamos en detalle cada una para entender cómo “romper” estas “reglas”, en realidad, es simplemente seguir un grupo de reglas diferente.
- “¡No termines las oraciones con una preposición!” ¡Esta “regla” de hecho fue enunciada por un obispo! En inglés, terminar una oración con una preposición es algo extremadamente común y a veces necesario. Todos podemos estar de acuerdo en que “To what are you up?” suena RARO comparado con “What are you up to?”. A diferencia de idiomas como el español y el francés, donde las personas de todos los dialectos mueven las preposiciones al frente, la gramática del inglés le da una mayor flexibilidad al idioma.
- ““Y’all” no es una palabra de verdad!” Una característica peculiar del inglés es que se usa “you” para hablar de una persona o de una multitud (¡la mayoría de los idiomas de Europa tienen diferentes palabras en cada caso!). Por eso, no es de sorprender que los hablantes de inglés hayan creado nuevas palabras para ser más claros. ¡Y’all es un ejemplo de esto! Surgido de la frase “you all” (“todos ustedes”) y particularmente popular en el sur de Estados Unidos, “y’all” es utilizado en todos los contextos donde se usa un “you” plural”.
- “¡La doble negación no es lógica! (o: dos negaciones en realidad son una afirmación)” En inglés, las oraciones negativas se forman con la palabra “not” y otras palabras para señalar negación. En algunos dialectos, estas otras palabras empiezan con “any-” (como “I do not want to go anywhere with anyone”; es decir, “no quiero ir a ningún lado con nadie”), pero en muchos otros dialectos estas palabras empiezan con “no-” (“I do not want to go nowhere with no one”, misma traducción que la anterior). ¡Estas diferentes palabras negativas evolucionaron hace cientos de años! Además, cuando alguien quiere expresar una afirmación y utiliza dos negativos, usualmente enfatiza el segundo negativo: “I can’t NOT do my Duolingo lesson today!” (“No puedo NO hacer mi lección de Duolingo hoy!”).
- “¡“Pecan” se pronuncia con acento en la sílaba “pe”, no en “can”!” Este antiguo debate es solamente una diferencia en la acentuación: a algunas personas les gusta poner el énfasis en la primera sílaba y a otras en la segunda (por si te lo preguntabas, en inglés ambas pronunciaciones son “correctas”). La palabra proviene de la familia de lenguas indígenas algonquinas, del norte de América, por lo que ninguna de las pronunciaciones es igual a la original.
¡Las explicaciones sistemáticas y estructuradas como las de arriba aparecen dentro de las reglas gramaticales de todos los idiomas! Eso es porque todo idioma encaja en un sistema gramatical, incluso cuando creemos que se rompe una regla. Por ejemplo, en español, el estándar es pronunciar todos los sonidos “s”: en “buenos días”, la mayoría de los dialectos pronuncia la “s” al final de cada palabra. Sin embargo, en otros dialectos, en especial en el Caribe, es común que los hablantes no pronuncien muchos de los sonidos “s” según lo que venga después. Si prestas atención a Bad Bunny (que es de Puerto Rico) y cómo pronuncia “buenos días”, notarás que a veces “se come las s”.
¿Cómo nos afectan nuestras creencias de los idiomas?
Nuestros prejuicios sobre los idiomas están arraigados en la política, cultura y experiencia de vida, que se combinan para dar forma a nuestra manera de interactuar con personas que usan distintos dialectos e idiomas. ¡A pesar de ello, no todos los prejuicios son malos! Por ejemplo, si creciste escuchando una variedad de acentos, quizás te resulte más fácil entender acentos que nunca antes has escuchado.
Sin embargo, los prejuicios sobre idiomas también pueden conducir a la discriminación lingüística, o maltrato hacia las personas que usan el idioma de forma diferente. Lamentablemente, esto es bastante común y a veces se disfraza de chiste o broma, como en la competencia America's Ugliest Accent (“El acento más feo de Estados Unidos”).
Si bien una competencia de acentos puede sonar como algo divertido, los dialectos a menudo son estigmatizados más allá de las encuestas en Internet. Además, a causa de las estructuras de poder desiguales, los dialectos utilizados por comunidades de color e inmigrantes con frecuencia son catalogados como “no estándar”. A su vez, muchos de estos estereotipos afectan desproporcionadamente a las comunidades de color y/o inmigrantes.
La percepción negativa de la forma de hablar de una persona puede afectar las políticas educativas, el ingreso anual e incluso el acceso a la vivienda. Los prejuicios lingüísticos pueden conducir a numerosos ciclos de inequidad, desde la falta de oportunidades educativas a prácticas salariales injustas. Esto puede ser desalentador, ya que sabemos que en su mejor versión, los idiomas pueden (y deben) fomentar la curiosidad acerca de nuevas comunidades y ofrecer una nueva manera de formar lazos empáticos con familiares, colegas y vecinos.
¡Los idiomas están conectados a la identidad y expresión!
La manera en la que usamos el idioma refleja quienes somos. Cuando alguien usa “y’all”, está revelando parte de su identidad, como el lugar donde creció.
Las creencias o prejuicios que alguien tenga acerca de “y’all” pueden ser positivos (ej. “¡Vaya, me pregunto si es del sur, como yo!), negativos (ej. “Uf, usó “y’all”, así que no debe ser de por aquí”) o neutrales (ej. “Hm, “y’all” no es una palabra que oiga a menudo”🤷).
En efecto, alguien puede percibir una misma característica como algo positivo, negativo y también neutro, según quién está usando esa característica a causa de sus prejuicios. Los creadores de contenido afroamericanos que usan un inglés afroamericano han señalado que tienen menos repercusión (menos vistas, comentarios, me gusta y compartidos), lo que puede implicar menos ingresos por publicación. Por otra parte, los creadores de contenido blancos son capaces de usar características lingüísticas apropiadas del inglés afroamericano (como el uso de expresiones como tryna en lugar la forma "correcta" trying to)) para aumentar su repercusión. A causa de los prejuicios lingüísticos, las mismas características pueden ser vistas como algo positivo en algunas personas y no en otras.
Ser un hablante de un dialecto que se percibe como “no estándar” no es algo que las personas pueden simplemente desactivar (¡y no debería ser necesario que lo hagan!). Tu idioma es una parte importante de lo que hace que tú seas tú, así que es natural que tener parte de tu identidad robada o estigmatizada se sienta insultante o hasta deshumanizante.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Ahora que tenemos mayor claridad sobre la dura realidad de los prejuicios lingüísticos y la discriminación, probablemente te estés preguntando “¿qué puedo hacer?”
- Desarrolla conciencia. ¡Desarrollar conciencia sobre la desigualdad que existe en los idiomas es el primer paso! Aumentar la percepción del tema puede ayudar a reducir las percepciones negativas sobre los dialectos no estándar. ¡Estas percepciones negativas están arraigadas en nuestra sociedad y la mayoría de las personas ni siquiera se da cuenta! Así que, comparte esta publicación con tus amigos y familiares y tómate el tiempo de reflexionar sobre los prejuicios que tú podrías tener.
- Investiga. ¿Hay algún acento o dialecto particular con el que tengas una conexión o te interese? Aprender sobre las complejidades de los diferentes dialectos puede abrirte el camino para entender la diversidad lingüística, ¡así que investiga diferentes dialectos (a través de fuentes confiables) para entenderlos mejor!
- Confía en tu curiosidad. Como alguien que aprende idiomas, debes tener en cuenta la variación lingüística, incluso al momento de aprender un nuevo idioma. Quizás te encuentres con hablantes de distintos países o regiones que hablan tu nuevo idioma en una forma distinta a la que estás aprendiendo. En lugar de señalar las diferencias como si tú estuvieras hablando “bien” o “mal”, debate sobre las diferencias. ¡Quizás tú y esa persona puedan aprender algo nuevo!
La verdad es que cada hablante particular tiene una experiencia de vida distinta que contribuye a la forma en la que habla su(s) idioma(s). Además, nadie cumple con los “estándares” en todo momento para todas las características. Así que, la próxima vez que escuches un dialecto o acento diferente, en lugar de hacer suposiciones sobre ese hablante, ¡maravíllate con la belleza de la variación lingüística!