Te damos la bienvenida a otra entrega de Querido Duolingo, la columna de consejos para todas las personas que aprenden idiomas. Puedes ver nuestras entregas anteriores aquí.

¡Hola a todos! Esta semana volvemos a vernos con una pregunta que me encanta, porque es un tema que me dejó alucinada cuando estudié lingüística por primera vez. 

La pregunta de esta semana:

Querido Duolingo: ¿No es fascinante que el inglés haya sido tan influenciado por el francés, pero se considera que no están relacionados? ¿Cuáles son las reglas exactas para determinar que los idiomas están relacionados? Thanks y merci, Sara Familia

Es verdad que el inglés y el francés no están relacionados directamente: el inglés es una lengua germánica y el francés es una lengua romance, pero ambos son parte de una familia lingüística mucho más grande sobre la que hablaremos hoy. Cuando se trata de idiomas relacionados, puede ser útil imaginarlos como un árbol genealógico: tú desciendes de tus padres y probablemente tienes más en común con ellos de lo que te gustaría admitir (¿verdad? ¿o me pasa solo a mí?), pero también eres muy diferente. En cuanto a tus hermanos, seguramente comparten muchas cosas entre ustedes, así también como conservan muchos elementos de su niñez de manera diferente.

¡Veamos cómo las familias lingüísticas transmiten sus propias tradiciones lingüísticas y generan otras nuevas!

Familias lingüísticas

Las “familias” lingüísticas son grupos de idiomas relacionados: un mismo idioma da lugar a varios dialectos (que probablemente se hablan en diferentes lugares), esos dialectos se vuelven cada vez más distintos y se vuelven lo suficientemente diferentes como para ser considerados idiomas separados. Luego, cada uno de esos idiomas da lugar a sus propios dialectos, ¡y el ciclo continúa!

Tal como sucede con las familias humanas, un idioma es parte de una familia pequeña e inmediata y al mismo tiempo es parte de una familia mucho más grande y extendida. Así, el pariente “vivo” (que todavía se habla) del inglés es el escocés. Juntos conforman la pequeña familia ánglica, que es parte de la familia germánica occidental (que es más grande e incluye al alemán, el neerlandés y el frisón) y todos ellos pertenecen a la mucho más grande familia germánica (que incluye a todos los mencionados más las lenguas escandinavas y otras), y así sucesivamente.

La familia lingüística más grande a la que pertenece el inglés es el indoeuropeo, que incluye:

  • todas las lenguas germánicas
  • lenguas eslavas como el checo y el ucraniano
  • lenguas romances que surgieron del latín
  • lenguas helénicas como el griego
  • lenguas celtas como el irlandés y el galés
  • ramas enormes como la familia indoirania, que a su vez incluye al romaní, al persa, al hindi, al urdu y al cingalés  
  • ¡muchos, muchos más!

Cuanto más “cerca” están 2 idiomas en este sistema de clasificación de familias, más tienen en común: desde las estructuras gramaticales, a los procesos y reglas para formar palabras, a la superposición de determinados sonidos, etc. Cuanto más alejados están 2 idiomas en el árbol genealógico, menos tienen en común y más difícil resulta ver las similitudes. ¡De la misma manera que tú y ese primo lejano comparten solamente una parte minúscula de ADN y aun así están “relacionados”!

¿Cómo terminan siendo tan diferentes los idiomas relacionados?

Los idiomas de hoy son los dialectos de ayer: el español empezó como un tipo de latín que se hablaba en gran parte de la península ibérica, el inglés era ese divertido dialecto del germánico occidental que se usaba en el sudeste de una isla lejana, etc.

Las pequeñas diferencias en la gramática, el vocabulario y la pronunciación pueden volverse inmensas con el tiempo. Esto es porque, a veces, un dialecto desarrolla una forma completamente nueva de expresar algo y otras veces una palabra (o estructura gramatical o pronunciación) que existe en todos los dialectos se vuelve más común en uno y menos común en otro. Eso sin mencionar que un dialecto podría tomar préstamos de otros idiomas, lo que conduciría a cambios adicionales. De hecho, eso es lo que ocurrió con el inglés y es la razón de que su vocabulario tenga tanto en común con el francés en comparación con otras lenguas germánicas.

Imaginemos el futuro del inglés. 🔮 En este momento, el inglés tiene muchas palabras relacionadas con las casas y los hogares. Por supuesto, están home y house (“hogar” y “casa”, respectivamente), pero también existen dwelling (“morada”) y abode (“vivienda”). También existen palabras específicas como apartment (“apartamento”) o flat (“piso”), dormitory (“residencia”), condominium (“condominio”), McMansion (una casa grande en una comunidad suburbana), palabras relacionadas con el hogar como domestic (“doméstico”) y más.

No es difícil imaginar que algunos dialectos desarrollen una jerga propia en donde una de estas palabras se use en un sentido más extenso. Por ejemplo, apartment podría convertirse en la palabra que describe todos los hogares en el inglés de Nueva York. A la gente podría resultarle divertida la palabra McMansion y podría empezarse a usar para referirse a todas las casas en el inglés de Texas, y quizás todos los turistas que recorren el mundo y hablan en inglés empiecen a referirse a los hostales donde se hospedan como dorms (una forma corta de dormitory). Si estos se vuelven idiomas distintos dentro de algunos siglos, no sería fácil a simple vista saber que estas palabras (apartment en el nuevayorkés, Mcmansion en el texano y dorms en el inglés internacional del futuro) provienen del mismo ancestro: ¡el inglés del siglo XXI!

Todo eso sucede con una sola palabra. ¡No olvides que la gramática, la pronunciación y otras palabras cambian también!

Ejemplos de cambio lingüístico: lenguas romances

Después de siglos y milenios de cambios, puede ser difícil determinar qué idiomas están relacionados con cuáles, especialmente en los casos en los que no hay una gran cantidad de registros escritos del idioma antiguo para llenar los espacios vacíos.

Dale un vistazo a algunas de las lenguas romances en uso hoy en día, que descienden del latín:

Portugués Español Catalán Francés Italiano
homem hombre home homme uomo
casa casa casa maison casa
falar hablar parlar parler parlare
comer comer menjar manger mangiare
ter tener tenir avoir avere

El viaje del hombre por el cambio lingüístico

Como ejemplo, podemos ver el caso de la evolución de la palabra “hombre”:

  • omine: la forma acusativa del latín hominem se convirtió en la forma más usada en los dialectos ibéricos del latín. La “h” no se pronunciaba y la “-m” final cayó en desuso, por lo que la palabra era más parecida a omine, con acento en la primera sílaba. 
  • omne: la sílaba que acompañaba a la sílaba acentuada fue eliminada. Se empezó a omitir en conversaciones, ya que la sílaba acentuada puede ser considerada como la sílaba “importante” (no es muy diferente de cuando en español se pronuncia “septiembre” como “se’tiembre”)
  • omre: otro tipo de cambio frecuente ocurre cuando 2 sonidos similares (como “m” y “n”) cambian ligeramente. La “r” del español se articula en la misma parte de la boca que la “n”, pero con un movimiento diferente de la lengua. Gradualmente, la “r” fue reemplazando a la “n”, haciendo que la combinación de sonidos “mn” suene más diferente.
  • ombre: No pronunciamos cada sonido de una palabra completamente por separado. ¡En cambio, nuestra boca “prepara” el siguiente sonido antes de alcanzarlo! En la transición de tu boca y labios de una “m” a una “r”, pasamos muy cerca de una “b”. En poco tiempo, esta se volvió la pronunciación por defecto… ¡lo que nos deja con la palabra “hombre” del español moderno!

¿No es asombroso? 🤩 En el caso del español y el latín también ayuda que existan registros escritos de las etapas intermedias, así que los investigadores de la actualidad tienen bastante confianza en todos los cambios. De esta manera, puedes ver también qué cambios afectaron a otros dialectos del latín y qué cambios no.

Además de los cambios únicos que experimentó cada dialecto del latín, también podrías notar algunos subgrupos dentro del cuadro de lenguas romances de antes. Por ejemplo, el catalán, el francés y el italiano comparten alguna versión de parlare, mientras que el portugués, el español y el catalán tienen palabras similares para el verbo “tener”. Esta superposición de palabras nos da información sobre qué idiomas estuvieron en contacto y cuáles pueden tener su origen dentro de un mismo dialecto.

Siéntete en casa con los cambios lingüísticos

Las excepciones también nos cuentan mucho sobre los idiomas relacionados y cómo cambian con el tiempo. En 4 de estas 5 lenguas romances, la palabra para “casa” es básicamente la misma, aunque pronunciada algo diferente: la “s” se pronuncia como una “z” en italiano y en catalán, la segunda “a” se pronuncia como una schwa en catalán y algo parecido en portugués… pero en el francés se ve completamente diferente.

El latín también tenía múltiples palabras para las casas (igual que el inglés, como vimos antes): casa en latín era una palabra bastante común y se convirtió en la palabra por defecto en muchos dialectos, pero en francés usaron otra palabra del latín para “casa”, lo que dio lugar a maison (de donde también viene “mansión” en español).

Sin embargo, el francés no abandonó por completo casa. ¡En cambio, pasó por algunos cambios sonoros muy franceses y cobró un sentido muy especial! ¿Puedes adivinar en qué palabra se convirtió? Algunas pistas: el francés es conocido por suprimir los sonidos al final de las palabras y solo retener esas letras de forma escrita. Además, al inicio de las palabras, el sonido “k” del latín se convirtió en un sonido “ch” y posteriormente en “sh”. 👀

¡Casa se convirtió en chez en francés!

El amor por los idiomas es cosa de familia

Los idiomas nos dan muchas pistas sobre sus historias y la historia de sus comunidades. Descubrir su linaje lingüístico es tan revelador y divertido como un acertijo… ¡aunque a veces sea enloquecedor!

¿Tienes más preguntas sobre tu familia lingüística o el aprendizaje? Envíanos un mensaje a dearduolingo@duolingo.com y te responderemos con gusto. ¡Hasta la próxima!